jueves, 8 de octubre de 2020

Incertidumbre


"[...] Peor que estar medio cerrado (mejor eso que el tremendista "confinado") es pasar 

meses pensando que a lo mejor mañana te cierran. El mañana se ha convertido en 

un lugar ominoso.

Porque seamos sinceros: llevamos preparándonos meses para esto hasta caer en una suerte de indefensión aprendida, tecnicismo psicológico de resignación. Mejor dicho, llevan meses preparándonos los agoreros que ya desde que los niños salieron a la calle a finales de abril, amenazaban con que tarde o temprano habría que dar vuelta atrás. Y por eso mismo, mejor antes que después. [...]

Nadie parece haberse parado a pensar en hacer esta situación más tolerable (y no será porque no se ha advertido su impacto sobre la salud mental). No solo eso, sino que las administraciones, entre peleas políticas y argumentos técnicos (que nunca salen del reduccionista eje salud-economía que deja fuera multitud de externalidades sociales), parecen empeñados en hacernos la vida peor. [...]

Supongo que es de primero de divulgación científica, pero pocas cosas resultan más agotadoras que el horizonte vacío, no saber exactamente qué ocurrirá a la hora siguiente, sobre todo cuando cada decisión es un sacrificio más (el trabajo siempre sale adelante, como los dinosaurios de 'Parque jurásico'). No hay planes, no hay ilusiones, no hay expectativas. A los gurús les encantará que estemos aprendiendo a vivir en la incertidumbre a base de golpes, pero no es lo mismo la incertidumbre de poder decidir con tu tiempo y dinero qué vas a hacer el próximo año que la de vivir a merced de los vientos políticos y epidémicos."

(Nada de lo que pudiera escribir describiría tan bien lo que siento como lo hace Héctor G. Barnés en su artículo para El Confidencial El luto perpetuo en la única vacuna que hemos encontrado para el coronavirus)

Como si el 2020 no hubiese sido lo bastante duro ya, parece que en este último tramo nos quieren volver aún más locos. Hasta ahora lo he llevado bien, pero con los cumpleaños, las vacaciones y el aniversario de boda a la vuelta de la esquina, la incertidumbre me ha caído encima como una losa.