Ayer se celebró la segunda jornada del Festival de Cine Alemán, y debo decir que a pesar de la crisis y de todos los problemas que hay, sigue siendo un éxito de público. Yo llegué 15 minutos antes de la primera sesión a las que iba, a las 19:30, y por un momento tuve miedo de que no me fuera a dar tiempo a entrar, de la cola tan enorma que había, daba la vuelta a un par de calles, sólo para entrar!!! Una señora nos preguntó, como asombrada, que si toda esa gente era para "el festival ese de cine alemán". Pues sí señores sí, es una alegría decirlo, a la gente le sigue gustando este Festival, tanto como a mi, y me siento muy feliz por ello. Luego, una vez dentro, las salas no estaban llenas al 100%, pero eso se debe a que aún es entre semana, el año pasado los llenos absolutos fueron el viernes, y sobre todo el sábado, y este año lo más probable es que sea igual. Si algo le tengo que criticar al Festival (y no me gusta, pero es así), es que ayer las dos películas que vi empezaron más tarde, entre 10 y 15 minutos. No recuerdo que el año pasado fuera así, y espero que esto se corrija las próximas jornadas.
Dicho esto, hablemos de las películas: la primera que vi fue "Picco", que para mi es la digna sucesora de las también alemanas "El experimento" y "La ola", aunque aún más dura que la primera, y por supuesto, muchísimo más que la segunda. Y es que si en aquellas dos películas se hablaba de un hecho real, pero exagerando las consecuencias del mismo para concienciar y hacer pensar al público, lo que nos muestra "Picco" también es un hecho real, pero sin exageraciones, lo que vemos es lo que pasó, y eso la hace aún más terrorífica. Kevin es un chico que está encerrado en un centro penitenciario para jóvenes, muy parecido a una cárcel, en el que lo único que hacen es ver pasar los días, y lo guardias parecen estar ahí como meras figuras representativas. Comparte habitación con 3 chicos más, e intenta mantenerse al margen de la violencia y las torturas psicológicas con tiene que convivir día a día, pero al final él también será arrastrado a ello. Fría, seca y totalmente desesperanzadora es la primera película del director Philip Koch, a quien hay que seguir muy de cerca porque demuestra tener una gran madurez y un estilo muy personal. La utilización reiterada de la cámara fija, con los juegos del fuera de campo que esto da, ayuda a crear la tensión que está presente durante todo el metraje. Aunque también son muy destacables todos los planos secuencia que realiza en el patio, demostrando que es un director con muchos recursos. Además, Koch elimina la música por completo, incluso en los créditos finales, siendo la película así mucho más realista y directa. El único problema que podría achacarle es que, durante la primera hora, la película parece no ir a ningún lado, más bien parece un documental sobre el día a día de los chicos, pero sin más, sin una historia, y sin tanta dureza como se anunciaba. Pero a partir de un punto, llega a una espiral ascendente de acostecimientos, y te das cuenta de que todo lo anterior te estaba preparando para lo que iba a venir. Y es brutal. Los cuatro jóvenes actores protagonistas, Constantin von Jasrechoff, Joel Basman, Frederick Lau (a quien vimos que ya se le daba muy bien hacer personajes extremos en "La ola", aunque aquí hace uno radicalmente distinto) y Martin Kiefer, están muy competentes en sus respectivos papeles. Después de hablar con el productor Tobias Walker, que nos dijo que la película está basada en un hecho real concreto ocurrido en el 2006 en Alemania, y además de muchísimas historias que han estado recopilando, vemos que la película es una denuncia en toda regla al sistema penitenciario alemán, y europeo en general, concluyendo que la reinserción social es una utopía, y que la gente sale aún peor de su castigo de lo que entró; eso si salen. Y también una muestra más de la brutalidad del ser humano cuando se le pone en una situación límite, aunque no siempre tenemos elección de comportarnos de otra manera. Para mi, una película de visión imprescindible, a pesar de su crudeza, especialmente para los jóvenes. Pero eso sí, que se abstenga de verla la gente excesivamente sensible. Esta noche, hay otro pase a las 22 horas, si os veis con fuerzas, no os la perdais.
Y después de pasarlo tan sumamente mal, esperaba que la siguiente película, "Enfermedad del sueño", me diera un respiro. Y sí, me lo dio. Pero para mal. No es que no me gustara, pero es una película "rara". La historia empieza bien: Ebbo Velten es un médico alemán que lleva años viviendo en Camerún con su mujer, a la que quiere mucho, trabaja para erradicar la epidemia de la llamada enfermedad del sueño, provocada por la mosca tsé-tsé. Ya está preparado para volver a vivir a Alemania junto a su familia. Su mujer y su hija se marchan antes que él, y entonces comienzan a entrarle dudas. Tres años después, un médico francés de origen africano es enviado a Camerún para realizar una evaluación sobre el proyecto que está llevando a cabo un médico en torno a la enfermedad del sueño, y ¿quién ese medico? No es otro que el doctor Velten, que nunca llegó a irse a Alemania, y que está casado de nuevo y metido en negocios corruptos. Hasta ahí todo bien. El problema es que la historia avanza a trompicones, nunca sabes por donde va a salir, el desarrollo de los personajes es nulo, y por eso no se comprenden sus intenciones y sus propósitos, especialmente con el protagonista. El premio en Berlín para el director Ulrich Köhler me parece a todas luces exagerado, no hace un mal trabajo, tiene momentos buenos, sobre todo al final en el bosque, pero tampoco hace nada excepcional (para mi gusto, "Picco" está mucho más originalmente dirigida). Y ese final, bastante fantástico entre tanto realismo, deja absolutamente descolocado, y cuando acaba, uno se queda con la sensación de esperar algo más. Lo mejor que tiene la película es un humor muy sutil, y (por qué no decirlo), muy impropio del cine alemán, que tiende a los dramones o al humor grueso, sin termino medio. Sin embargo, este humor está metido en un contexto tan extraño, que a veces uno no sabe si reírse o no. Los protagonistas, Pierre Bokma y Jean-Christophe Folly, están también muy bien. La productora Janine Jackowsky nos contó que el director había crecido en Camerún como hijo de un médico, y en la película quería reflejar todas sus experiencias allí. Pero, para mi gusto, se queda corto por todos los lados, y no llega a profundizar en nada. Un chico dijo que ya había visto 4 películas del festival (intuyo que "Goethe!", "John Rabe", "Picco" y esta), y que esta era la única que le había gustado, por ser la más personal y europea. Yo, sinceramente, no la vi tan personal y tan cine de autor como se la quiere pintar. No la recomiendo encarecidamente, pero quien quiera verla, tiene hoy la oportunidad a las 17 horas.
Aunque para quien quiera y pueda ir a las 17, yo recomendaría ver mejor "Hace un año en invierno" (Im Winter ein Jahr, 2008), otra de las película de la restrospectiva de este año, que ya se proyectó en el Festival hace dos años, y fue donde yo la vi por primera vez. Está dirigida por la directora ganadora de un Oscar Caroline Link, y es una película muy bella, con una historia muy triste, pero muy bien contada, sin caer en el drama fácil. A mi me gusta muchísimo, y espero que muchos vayáis y la disfruteis como yo. Además esta tarde, hay dos opciones a las 19:30: el documental "Tránsito" (Transit, Angela Zumpe, 2011), y "Kokowääh" (2011), la última película de Til Schweiger, que ni voy a ver hoy ni otro día, porque quienes me conozcan un poco saben que le odio profundamente en todas sus facetas, director, actor y guionista. Ya he visto dos películas suyas, y las dos me parecieron un asco, así que no tengo interés en ver más, y menos pagando, gracias. Y a las 22 horas, como ya he dicho, nuevo pase de "Picco", y un estreno muy interesante, la flamante última ganadora del Lola de Oro a la mejor película "Vincent quiere a mar" (Vincent will Meer -sí, no intentemos analizar esa "gran" traducción del título-, 2009), una comedia dramática dirigida por Ralf Huettner y escrita y protagonizada por Florian David Fitz, a quien algunos conocerán por su intervención en la serie "Diario de una doctora". Mañana os contaré qué tal la película.
Espero que sigais disfrutando del Festival, ánimo que aún queda mucho que ver amiguitos!!!!