"Maldita nieve de este largo enero,
nos cubre el hielo de un silencio aterrador,
mejor lo rompo yo.
Las pocas fuerzas las empleo hablando,
palabra dura que ametralla tu interior
y parte el bloque en dos.
Ya empezó el segundo asalto,
y esperaré el gran impacto.
Golpea bien, hazlo bien.
Aún hay más, es algo extraño,
a quien te ayuda lo rechazas sin pensar,
conmigo harás igual..."
nos cubre el hielo de un silencio aterrador,
mejor lo rompo yo.
Las pocas fuerzas las empleo hablando,
palabra dura que ametralla tu interior
y parte el bloque en dos.
Ya empezó el segundo asalto,
y esperaré el gran impacto.
Golpea bien, hazlo bien.
Aún hay más, es algo extraño,
a quien te ayuda lo rechazas sin pensar,
conmigo harás igual..."
Da igual lo feliz que esté (o que crea estar) con mi vida. Da igual que el año haya empezado bien. Da igual que mis sueños se estén haciendo realidad, que en 14 días me vaya a Berlín. Da igual lo mucho que intente salir adelante. Da igual porque, al final, siempre ganas tú. Como siempre ha sido. Sea como sea, siempre acabas volviendo. Y además sabes cómo darme en el punto donde más me duele. En este caso, y aunque pareciera imposible, lo haces introduciéndote en el mundo que me he ido creando poco a poco desde que desapareciste, un mundo en el que me siento completamente satisfecha y en el que tú parecías no tener cabida. Pero otra vez vuelves increíblemente a aparecer para hundirme en la más absoluta de las miserias. Vuelves a dejarme absolutamente knockeada. Me dicen que no me tiene que importar, que no puedo dejar que nadie me haga daño, que yo controlo mi vida. Y eso es cierto pero, ¿hasta qué punto? ¿Qué haces cuando una persona a la que has eliminado de tu vida se empeña en volver una y otra vez?
No puedo más. No quiero más. Contigo. NADA. No se ya cómo explicarlo ni como decirlo. Si te arrepientes de lo que hiciste (cosa que veo totalmente lógica), ahora te aguantas, como tuve que hacer yo cuando me trataste tan mal. Ya te di una oportunidad, y la desperdiciaste, no te voy a dar otra, no te lo mereces. Soy tonta, pero no rematadamente idiota.
"Ya puedes preguntar, preguntar por ahí, o a los tuyos. Si una gota colma el vaso, otras veces ya es el mar. Y es el mar esta vez, ¿lo entiendes"
"Ganas tú el segundo asalto, y lo haces sin mover tus brazos, esto sí fue un gran impacto..."