"Avanzamos metidos en lo nuestro
tu secreto que es mío
mi secreto que es tuyo
tu secreto que es mío
mi secreto que es tuyo
sin problemas las pasiones se unen
con fuerza interior
con fuerza interior
todo lo compartimos en el sueño
oscuro con oscuro
cuerpo a cuerpo
oscuro con oscuro
cuerpo a cuerpo
a veces son ternuras del espíritu
abrazos con candado
abrazos con candado
si enfrentamos de apuro al espejo
la sorpresa lo empaña
la sorpresa lo empaña
sus ojos son los nuestros / quién lo duda
mejor dicho una copia clandestina
por eso es tan ajena la mirada
mejor dicho una copia clandestina
por eso es tan ajena la mirada
no queremos abandonar lo propio
así que no nos vengan con destellos extraños
así que no nos vengan con destellos extraños
avancemos metidos en lo nuestro
tu secreto que es mío
mi secreto que es tuyo"
tu secreto que es mío
mi secreto que es tuyo"
("Lo nuestro", Mario Benedetti, Biografía para encontrarme)
"El tono general de la charla es siempre el de la amistad. A lo sumo, de amistad y algo más. Pero voy haciendo progresos en ese «algo más». Por ejemplo, a veces hablamos de "Lo Nuestro". "Lo Nuestro" es ese indefinido vínculo que ahora nos une. Pero cuando lo mencionamos es siempre desde afuera. Me explico: decimos, por ejemplo, que «en la oficina todavía nadie se dio cuenta de Lo Nuestro», o que tal o cual cosa sucedió antes de que empezara "Lo Nuestro". Pero, en definitiva, ¿qué es "Lo Nuestro"? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a los otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa, ni —menos que menos— un noviazgo. Sin embargo, es algo más que una amistad. Lo peor (¿o lo mejor?) es que ella se encuentra muy cómoda en esta indefinición. Me habla con toda confianza, con todo humor, creo que hasta con cariño." (La tregua, Mario Benedetti)