jueves, 27 de agosto de 2020

Todo lo que nunca fuimos


Supongo que es imposible saber cómo gestionar una emoción hasta que esta te sacude y la vives en tu propia piel. De haberme preguntado tiempo atrás, hubiese respondido que yo era fuerte, que afrontaría el proceso de duelo dentro de la normalidad, que ni por asomo llegaría a convertirme en un fantasma que apenas hablaba y se paseaba de un lado a otro con los auriculares puestos y viendo el mundo en blanco y negro. 

Pero a veces nos equivocamos. Nos caemos. 

A veces no nos conocemos tanto como creemos. 

A veces…, a veces la vida es tan imprevisible…

(fragmento del libro Todo lo que nunca fuimos, de Alice Kellen)


Yo tampoco pensé nunca que sería esa persona que huiría y se escondería para no dejarse hacer daño. La que construiría una coraza (que aún a veces se resquebraja y vuelve a dejar paso a la tristeza), y que en vez de gestionar el duelo por algo que aún no he perdido, le daría la espalda. La que se insensibilizaría hasta el punto de parecer desinteresada y egoísta. Hay muchas cosas que nunca creemos que seremos, y hasta que no llega una situación crítica no ves la verdadera cara de la gente, ni siquiera la tuya propia. Y puede que no te guste lo que descubras, pero es cierto que, aunque la vida sea imprevisible, también es única, por lo que es necesario luchar y creer en uno mismo para no perderse del todo en la toxicidad imperante. 

domingo, 16 de agosto de 2020

Disfruta ahora


“Hola. Soy el futuro y vengo a decirte que disfrutes ahora. Disfruta ahora, porque dentro de 9 meses, lo que dura un embarazo, es decir, lo que tarda en gestarse un ciclo de vida, todo habrá cambiado.

Disfruta ahora de los besos y los abrazos, porque el año que viene vendrá una pandemia mundial que nos tendrá meses encerrados, y cuando por fin podamos volver a salir, las distancias sociales de seguridad serán tajantes. Sí sí, es verdad, no es el argumento de ninguna película. Disfruta ahora de la felicidad de estar rodeada con todos a los que quieres, porque dentro de unos meses la relación con algunos de ellos cambiará y se distanciará… A algunos quizás no les vuelvas a ver desde este día. Otros te darán malas noticias o pasarán por rachas muy duras.

Disfruta ahora pensando que en dos días te vas al viaje de tu vida, porque tus planes de salir de España (o incluso de Madrid) para el año que viene van a quedarse reducidos a la nada, no solo por la pandemia. Y es que la dificultad para poder encajar las vacaciones con tu ya marido se unirá a una sobrecarga de trabajo potenciada por una mala organización de tu empresa, provocando un estrés que afectará a todos los aspectos de tu vida.

Disfruta ahora de la seguridad de tener las cosas claras, porque el próximo mes comenzará a crecer en ti un instinto que no creías que tuvieras, y que irá madurando y cambiando la manera que tenías de afrontar la vida y el futuro. Esto no es malo en sí, pero sí extraño y desestabilizador.

 Por supuesto, siempre hay cosas buenas: sigues igual de enamorada y tu marido es la mejor persona del mundo, y encima desde el encierro, pasáis casi todo el tiempo juntos, cosa que antes os faltaba. Tu familia está sana, y hay algunos amigos a los que les han pasado cosas buenas.  Pero tú por si acaso… Disfruta ahora”

Foto: Hace nueve meses, en el comedor el día de nuestra boda. La felicidad previa a la tormenta. 

 

viernes, 14 de agosto de 2020

Desconectar, para reconectar


He oído hablar mucho en redes sociales de esto. Hace unos días, os hablaba de los problemas que tenía con algunas personas de mi entorno, y eso me ha llevado a tomar una decisión, que para mí es bastante drástica... 

Estoy pasando por una mala época, y hay situaciones y actitudes que no hacen más que potenciar mi estrés y ansiedad, y por ello he decidido alejarme de ellas, lo cual me aleja también de muchas personas. Obviamente, empezó como una rabieta, un grito de ayuda, una llamada de atención, más que una intención real de alejamiento, pero vistas las reacciones, la verdad es que puede ser que esto se vuelva más duradero. Quien no me quiera en su vida (o me quiera mal), por supuesto no estará ahí ni para lo bueno, ni para lo malo, como estoy viendo. No me agobio tratando de entablar conversaciones que no van a ninguna parte, ni proponiendo planes que van a ser rechazados ni respondiendo a los hipotéticos o los que no cuentan con nuestra disponibilidad. Echo muchísimo de menos relacionarme (la situación actual para quedar tampoco ayuda, es cierto, pero incluso socializar a distancia), pero supongo que todo esto también es un aprendizaje para disfrutar de mi propio tiempo libre, aunque sea solo yo o con mi marido. He vuelto a leer, escribir, escuchar mucha música, probar maquillajes y recetas, o ver muchas películas, eso siempre.

Estoy triste, claro, es una situación que me he visto obligada a forzar pero que yo nunca hubiese elegido voluntariamente. Pero permitirse sentir, aunque sea tristeza, es parte de este proceso. Espero estar haciéndolo bien, o al menos aprender en el camino, a encontrar una calma interna que me hace mucha falta. Para reconectar conmigo, e incluso con los demás, aunque sea de manera diferente.