jueves, 18 de abril de 2013

Castillos en el aire


Cada vez que le cuento a alguien nuevo todo lo que estoy haciendo ahora mismo, surge la misma (temida) pregunta del millón: "¿Y por escribir en la web / hablar en la radio / ir a Berlín / tocar en un grupo, te pagan algo?". Y entonces, tras mi clásica respuesta negativa, tengo que aguantar las caras de pena, mientras sonrío estoicamente y afirmo, sinceramente, que yo estoy muy feliz así, que las cosas van, poco a poco pero van, y que tengo la esperanza de que todo acabará llegando. Algunos (por suerte en mi círculo, muchos) lo entienden; a otros les cuesta más. Dentro de este último grupo, últimamente una nueva reacción ha ido ganando terreno frente a la de la pena, que es la de la indignación ("¿Pero cómo no te van a haber pagado el viaje a Berlín" y derivados). A ver si fuera una becaria que no cobra mientras los demás se aprovechan de los beneficios de su trabajo, como ocurre en muchos otros sitios, ahí la cosa sería mala, claro. Pero la realidad es que aquí, todos estamos igual, en el mismo barco, es decir, que hacemos lo que hacemos básicamente porque lo amamos, y la satisfacción personal que nos reporta va mucho más allá de lo económico. Que si pagaran sería genial, pero prefiero "trabajar" en algo que me llena y que me encanta sin cobrar, que estar amargada en otro sitio. Mientras no tenga mayores responsabilidades y pueda permitirmelo, lo haré.

O bueno, eso creía...

Porque aunque uno intente ponerle todas las ganas y la ilusión del mundo, aunque tengas claro lo que quieres y cual deseas que sea tu futuro, y luches por ello con todas tus fuerzas, al final, parece que siempre hay algo que te lo va a hundir, y más en este país de borregos e incultos (o gente anti cultura, que es mucho peor). El cierre de Alta Films y de 180 salas de los Cines Renoir ha sido la gota que ha colmado el vaso para terminar de desmoralizarme justo en una época en el que volvía a tener las cosas poco claras y me surgían nuevas dudas después de muchos meses. Porque a veces, el trabajo duro, la pasión y el amor, como en todo, no son suficientes. Creía que sí, pero parece que no, o eso es lo que quieren hacernos creer. No puedo evitar pensar que debería haberme ido a Brighton, como tenía planeado, o echar el curriculum en el aeropuerto y tener ya de una vez por todas un trabajo "normal".

Yo quería vivir de sueños, y conventir mi sueño en mi profesión. Pero en la situación en la que nos encontramos, no se puede soñar con un futuro mejor, sólo jodernos con lo que tenemos, que es nada y menos. Luego se extrañan de que seamos una generación perdida, si a los que tenemos un mínimo de iniciativa, nos ponen todos los problemas del mundo. Hoy no hay (casi) ninguna razón para estar motivados. Mañana será otro día, y esperemos que salga el sol.


"If you have built castles in the air, your work need not be lost; that is where they should be. Now put the foundations under them." (Henry David Thoreau)

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