viernes, 14 de agosto de 2020

Desconectar, para reconectar


He oído hablar mucho en redes sociales de esto. Hace unos días, os hablaba de los problemas que tenía con algunas personas de mi entorno, y eso me ha llevado a tomar una decisión, que para mí es bastante drástica... 

Estoy pasando por una mala época, y hay situaciones y actitudes que no hacen más que potenciar mi estrés y ansiedad, y por ello he decidido alejarme de ellas, lo cual me aleja también de muchas personas. Obviamente, empezó como una rabieta, un grito de ayuda, una llamada de atención, más que una intención real de alejamiento, pero vistas las reacciones, la verdad es que puede ser que esto se vuelva más duradero. Quien no me quiera en su vida (o me quiera mal), por supuesto no estará ahí ni para lo bueno, ni para lo malo, como estoy viendo. No me agobio tratando de entablar conversaciones que no van a ninguna parte, ni proponiendo planes que van a ser rechazados ni respondiendo a los hipotéticos o los que no cuentan con nuestra disponibilidad. Echo muchísimo de menos relacionarme (la situación actual para quedar tampoco ayuda, es cierto, pero incluso socializar a distancia), pero supongo que todo esto también es un aprendizaje para disfrutar de mi propio tiempo libre, aunque sea solo yo o con mi marido. He vuelto a leer, escribir, escuchar mucha música, probar maquillajes y recetas, o ver muchas películas, eso siempre.

Estoy triste, claro, es una situación que me he visto obligada a forzar pero que yo nunca hubiese elegido voluntariamente. Pero permitirse sentir, aunque sea tristeza, es parte de este proceso. Espero estar haciéndolo bien, o al menos aprender en el camino, a encontrar una calma interna que me hace mucha falta. Para reconectar conmigo, e incluso con los demás, aunque sea de manera diferente. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario