
Parecía que no iba a llegar nunca el día. Y al final, como suele pasar siempre, llegó y pasó más rápido de lo esperado. Hay que poner un poco en antecedentes: básicamente, Maná es mi grupo favorito desde hace como 12 años. Tengo todos sus discos, me se todas sus canciones, pasé por mi época de ver su videos una y otra vez, y he ido (incluido el de ayer) a cuatro conciertos suyos. De ellos es mi canción, mi disco y mi videoclip favorito. Desde que tenía 13 o 14 años, oír sus canciones me hacía tirar para arriba cuando pasaba por momentos duros. Pero no todo es bonito. Tenemos una relación amor-odio. El odio viene cuando los tíos vagos se pasan más de cuatro años sin sacar un disco. Me da muchísima rabia. Pero el amor vuelve a nacer con cada nuevo disco, cada uno mejor que el anterior. Es entonces cuando recuerdas por qué ha merecido la pena esperar tanto, y se te olvida todo el tiempo que ha pasado. Aunque es verdad que podrían tardar menos:P El caso es que, después 4 años y medio esperando, Maná sacaron nuevo disco, “Drama y luz”, en Abril de este año. Un disco que significó mucho para mi en ese momento, por motivos que ahora ya no vienen al caso, y que hace falta escuchar unas cuantas veces y darle más de una oportunidad, para descubrir lo grandísimo que es. A principios de Mayo, llegó la gran noticia: concierto de Maná el 15 de Septiembre en Madrid! No podíamos faltar, vamos, era impensable…
Muchas cosas han pasado en estos meses que han antecedido al concierto. Lo cierto es que cuando me hacía una imagen del mismo en la cabeza, era muy distinta a lo que ha acabado siendo. Se suponía que, a parte de mi hermano, vendría otra persona muy importante para mí. Se suponía, que yo tendría que llegar a hacer cola directa desde clase, ya que mi idea era empezar una carrera este año. Pues bien, al final ni una cosa ni la otra. Lo que pueden cambiar las cosas en unos pocos meses. No digo que para bien. Tampoco para mal. Es simplemente… distinto a lo que creía que sería. Ni todo es tan bonito, ni todo es tan triste. Todos tenemos un poco de drama y de luz en nuestras vidas. Menos mal que todavía no ha aparecido nada ni nadie que me quita las ganas y la ilusión de un concierto, ni hay nada que Maná no arreglen con sus canciones...
"Mi corazón ya no aguanta
está cansado,
una mujer, problemas me están matando.
Quiero subirme al balcón,
ver la luna llena,
quiero volar y olvidarme de tanta pena...
Relax,
me voy a estallar,
lo voy a olvidar todo esta noche,
no quiero pensar, no!"
Ayer, un poco mas tarde de las 13 (más tarde de lo que yo hubiese querido, aunque al final hubo tiempo de sobra), llegamos mi hermano y yo al Palacio de los Deportes, donde aún no había ni cola (por lo menos oficial, aunque si te “colabas” corrías el riesgo de sufrir una paliza por parte de una marimacho bastante peligrosa que había allí jejejejeje), sino un grupo de gente acampada cual indignados a las puertas. Yo feliz de la vida, mi intención en este concierto, ya que es la primera vez que he visto a Maná en pista, era estar muy cerca, y a simple vista parecía que lo íbamos a conseguir. Allí nos plantamos a esperar y dejar pasar las horas, con momentos un poco duros al sol (si es que aún parece pleno verano, qué asco…), pero al poco nos alcanzó la sombra y ya no nos abandonó. Y entre hacer fotillos, comer oír música (Maná, of course), y hablar de todo un poco, se fue pasando rápido el tiempo. Sobre las 18 llegó mi amiga Gema (la invitada especial del concierto), y entre seguir hablando y visitas al Corte Inglés, se hizo la hora de entrar (20:15). Al llegar a la pista vimos que estábamos en… tercera fila! GENIAAAAL! Y nada, tocaba la parte más rollo, esperar de pie hasta que empezara el concierto… aunque no se hizo tan pesado, ya que dieron la posibilidad de que la gente mandara mensajes por Twitter que ponían en las pantallas, y nos echamos unas buenas risas mandando mensajes y leyendo los de los demás, y también con los anuncios pesados (el de México larguísimo, el de Messi, Paz Vega y Alejandro Sanz, el de Cosmopolitan dos veces jejejejeje); pero al final ya estábamos hartos y sólo queríamos que empezara ya. En cuanto pasaron de las 22, la gente empezó a pitar y a ponerse nerviosa (dentro de que era el público más relajado que he visto en mi vida). El concierto empezó 25 minutos tarde, aunque una vez comenzó, eso se nos olvidó a todos.
“Revolution” de Los Beatles, dio paso a un montaje compuesto por imágenes de nubes de tormenta reflejadas sobre una tela que hacía de pantalla (y que dio mucho juego todo el concierto) y tapaba el escenario, con la 5ª Sinfonía de Beethoven de fondo. La nubes comenzaron a descargar lluvia y a través de la tela se les vio por fin a ELLOS, los grandes Maná!!!! Como no, empezaron con “Lluvia al corazón”, primer single de su nuevo disco. Levantaron la tela y fue cuando realmente me creí que les tenía allí delante, de verdad y tan cerca! Siguieron con la mítica “Oye mi amor” y con la preciosa “Manda una señal”, de su anterior disco, “Amar es combatir”. Ya en este punto, Sergio, el guitarrista y mi amor platónico desde hace mínimo 10 años, se nos había acercado unas cuantas veces a animarnos y tocar más cerca nuestro, y Gema, otra chica delante de nosotras y yo, como tres fans histéricas jejejejeje qué le vamos a hacer, este chico me puede. Tras estos tres temazos, salió un grupo de cuerda para acompañarles para tocar “El espejo”, mi canción favorita del nuevo disco, que no me esperaba que tocaran y me hizo muchísima ilusión. Brutal la música y fantástica la interpretación de Fher. El violinista Ara Malikian hizo un increíble solo de violín, que dio paso a otra canción del nuevo disco, “Sor María”, con una escenografía alucinante. Tras este despliegue de todo jejejeje el ambiente se hizo un poco más intimista para que Fher cantara “Vuela libre paloma”, la canción que le dedica en el nuevo disco a su madre, fallecida recientemente. Dijo que había estado en la gira de hace 4 años (en la que también estuve yo, dos veces) y que le gustaba mucho España. Qué pena, y la canción, preciosa hasta las lágrimas. Después de este recorrido al nuevo disco, volvieron a temas famosos como “Rayando el sol” (oeó :P) y “Bendita tu luz” una de las pocas canciones de amor positivo que me gusta oír y cantar, y de vuelta al último disco para cantar su nuevo single “Amor clandestino”.

Cuando volvieron al escenario para la recta final, encadenaron un tema mítico tras otro: de “Cómo te deseo” a “Déjame entrar”, con Fher un poco en plan viejo verde jejejejeje es broma, pero realmente lo que menos me gustó fue cuando salió una tía buenorra en minifalda a grabarles con una cámara, me pareció que sobraba y no tenía nada que ver con el resto del concierto. Y terminaron la primera parte con la siempre maravillosa “Clavado en un bar”, mi canción favorita y que además forma parte de tantos y tantos grandes momentos de mi vida. Fue tan emocionante volver a oírla en vivo, y ver Sergio tan cerca haciendo los solos de guitarra… Fher sacó, como siempre, una bandera de México y de España unidas, y del palo salió confeti; en fin, una auténtica fiesta, eso es lo que era. Hicieron que se iban, nosotros pedimos “otra, otra”, y salieron para hacer un bis un poco lento, pero igual de emocionante, con “Labios compartidos”, y “En el muelle de San Blas” como punto y final. Me gusta más que acaben con alguna más movida, pero esto también estuvo genial (“y quién me falta???” “SERGIOOOO”, “y quién me falta???” “ÁLEEEEX”, “él es…” “FHEEEERRR”, jejejejejeje qué grande). Mientras terminaba la canción, y cuando saludaron al final, no podía dejar de mirarles (sí, vale, sobre todo a Sergio jejejejeje), porque, ¿quién sabe cuando volveré a tenerles en vivo y así de cerca?
Al salir, estuvimos bastante tiempo de risas esperando con otro grupo de gente a ver si salían (no tenemos fe ni nada jejejeje), pero al final nos dimos por vencidos y nos fuimos todos. Me dio pena, pero eso no empaña las maravillosas dos horas y media que me hicieron pasar, lo que disfruté, lo que canté, lo que me emocioné… Haya pasado lo que haya pasado estos meses, y sea como sea que haya llegado al día de ayer, nada ni nadie podrían haber hecho este concierto más perfecto. Porque es algo entre ellos y yo, y lo demás… es secundario. Y en todo este post no se reflejan ni la mitad de las cosas que sentí anoche. Estoy cansadísima (aunque no todo es culpa del concierto), y tengo la garganta echa un auténtico asco, pero todo mereció la pena. Como dice mi hermano, nunca olvidaré este concierto, por haberles tenido tan cerca y hacerme sentir única en medio de tanta gente. Gracias por hacerme feliz, ahora y siempre. Sois los mejores, sois mi debilidad. Vuestras canciones sí que son la luz que quita el drama de mi vida. Y ya estoy deseando que llegue el Rock in Río para volver a veros:)
"Te he perdido
y me he desecho de todos tus recuerdos,
cartas, discos, fotos, mi amor
yo todo ya lo tiré o lo oculte,
pero la luna sigue ahí.
Ya cambié de mundo para olvidarla,
me fui hasta Madrid, El Cairo y New york.
Ya he quitado todos sus recuerdos
pero yo…"
Fotos: del concierto de anoche, by Miguel Delgado.
Y ahora, ¿qué? Parece que llegar a esta fecha era como un punto y final a una historia que ya quería cerrar. Por ese lado bien. Pero por otro lado, cuando esperas algo tantos meses, luego te sientes un poco perdida. Este día era una fecha clave en mi año 2011. Ahora toca buscarse una nueva ilusión.; de esas nunca pueden faltar. Menos mal que este finde libro y mañana me voy de viaje a Santander! Y el lunes a San Sebastián, weeeee! Ahí te quedas Madrid, con tu calor asqueroso!
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