¿Es casualidad que el otro día, mientras veía una película en el cine que contaba cómo se puede perder la amistad de alguien, incluso la que tienes desde la infancia, y que me estaba emocionando sobremanera, me llegara un sms de mi mejor amiga desde Francia, diciéndome que tenía problemas y necesitaba hablar?
"Te necesita", me dijo mi madre cuando se lo conté. Y yo también la necesito a ella. Queda demostrado que da igual donde estemos, la edad que tengamos, las circunstancias de nuestra vida... porque cuando pasa algo importante, siempre acudimos la una a la otra en primer lugar. Saber que no la he perdido, que sigue ahí como siempre, es lo único que quiero. Más en estos momentos. Y como si me leyera la mente, allí estaba ella. Contándome todas sus cosas como si en vez de estar a kilómetros de distancia, estuvieramos en el parque (sí, en el que salimos en la foto de arriba) sentadas como tantas otras veces. Y yo no sabía que me pasaba por dentro hasta que se lo he contado a ella; de pronto todo ha parecido tener sentido, y era lógico. Y ella, como siempre, me ha comprendido. No esperaba otra cosa. Eres la mejor. Qué narices, las dos lo somos. Y nadie tiene por qué venir a crearnos inseguridades (o por lo menos, no más de las habituales jejejeje) ni a ponernos la vida patas arriba. Pero cuando lo hagan (y desgraciadamente, lo harán, no será la primera vez ni la última), allí estaremos. Para desahogarnos y darnos ánimo. La verdad es que cada vez creo menos en la gente y en todo, pero en ti, y en nuestra amistad, en eso creo. Faithfully;)
Ah, y al final de la película, las amigas de toda la vida se reconciliaban. Y todo era distinto, pero a la vez, seguía siendo como siempre;)
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