viernes, 30 de diciembre de 2011

Cruel to be kind

El 2011 que ya se termina mañana, empezó en Londres. Y casi casi ha terminado allí también. Ya nos hubiese gustado. Ha sido un viaje corto pero intenso, que no ha podido ser mejor. Aún estoy asimilando lo que vimos y vivimos el miércoles por la noche...

- HAMLET: I do not well understand that. Will you play upon this pipe?

- GUILDENSTERN: My lord, I cannot.

- HAMLET: I pray you.

- GUILDENSTERN: Believe me, I cannot.

- HAMLET: I do beseech you.

- GUILDENSTERN: I know no touch of it, my lord.

- HAMLET: 'Tis as easy as lying: govern these ventages with your lingers and thumb, give it breath with your mouth, and it will discourse most eloquent music. Look you, these are the stops.

- GUILDENSTERN: But these cannot I command to any utterance of harmony; I have not the skill.

- HAMLET: Why, look you now, how unworthy a thing you make of me! You would play upon me; you would seem to know my stops; you would pluck out the heart of my mystery; you would sound me from my lowest note to the top of my compass: and there is much music, excellent voice, in this little organ; yet cannot you make it speak. 'Sblood, do you think I am easier to be played on than a pipe? Call me what instrument you will, though you can fret me, yet you cannot play upon me.

Hay muchos actores que me gustan, eso está claro. Pero desde que era pequeña, me ha ocurrido algunas veces de descubrir a un actor en una película y que, como un shock, se convierte en uno de mis favoritos. Así, de repente, por un papel; es inexplicable, pero sus interpretaciones se me quedan para siempre en la mente y la memoria. Eso me pasó hace 5 años cuando mi hermano y yo fuimos al cine a ver "The Queen". Eramos los más jóvenes (con diferencia) de la sala, y parecíamos ser además los únicos que entendíamos el sutil e inteligentísimo sentido del humor de Stephen Frears y Peter Morgan. Pero sobre todo, aquel día cambió mi mundo (cinematográfico) por descubrir a aquel extraordinario actor que interpretaba tan portentosamente a Tony Blair: Michael Sheen. Como ya expliqué en su día aquí, desde entonces Sheen es uno de los actores que más me impresionan en cada interpretación (no me canso de verle una y otra vez hacer de David Frost). Hace unos meses, en Agosto, mirando algo sobre teatro en Londres (no recuerdo qué, pero ahora eso es lo de menos), ví que este otoño-invierno se iba a representar allí una nueva versión de "Hamlet". La obra de Shakespeare me parece la más monumental, inteligente y transgresora pieza teatral que se ha hecho jamás, absolutamente atemporal y cuya influencia a lo largo de los siglos es increíble. Es mi obra preferida, y por eso soy muy crítica con las versiones que se hacen de ella. Y cual fue mi sorpresa, leyendo cosas sobre esta nueva versión, que descubrí que estaba protagonizada precisamente por Michael Sheen. Mi obra favorita con uno de mis actores favoritos! Cuantas oportunidades tienes de que te pase algo así? Desde luego, cuando ocurre, no lo puedes dejar escapar. Y además, tengo la gran suerte de tener una amiga con la que puedo disfrutar estas cosas, ya que tenemos los mismos gustos y le gusta hacer las misma locuras que a mi. Y estas cosas, si se pueden vivir con otra persona, aún se disfrutan más. Gracias Pauli, eres la mejor :)

El miércoles 28 teníamos que estar en el teatro Young Vic. (The Cut, Southwark) a las 19 para un pre-show antes de la obra, que era a las 19:30. El Young Vic. es un teatro pequeño, bohemio y moderno que con cada obra renueva su aspecto interior. En esta ocasión, nos hicieron salir a la calle y dar toda la vuelta al edificio, para entrar por la puerta trasera. Una vez dentro nos encontrábamos en un viejo manicomio, con sus espacios, sus celdas, algunos de los actores vestidos de internos por allí andando entre nosotros... Todo muy trabajado y elaborado, nunca había estado en un teatro en el que la obra no sólo integrara el escenario donde se representa, sino todo el edificio, lo cual ayuda mucho a meterte en el ambiente. Una vez en la sala, nos sentamos en la fila 4 (D), hiperventilando de la emoción, de lo cerca que íbamos a tener a Michael. Así que, con razón, casi nos dio un ataque al corazón cuando salió un hombre a decir que tenía dos noticias, una buena y una mala: la mala era que Michael se llevaba encontrando fatal todo el día, y que se había planteado no actuar. Instantes de tensión y angustia, nosotras que veníamos desde España sólo para verle... Pero enseguida, el hombre aclaró que todos los actores querían hacer la obra, y que Michael iba a hacer un esfuerzo e iba a salir a interpretarla. Uffff, momento de volver a respirar. Después de la ilusión de todos estos meses, del viaje, de la emoción acumulada de todo el día... Me da algo si al final no puedo verle.

La obra parte de la base de que toda la historia se encuentra en la cabeza perturbada de uno de los pacientes de un hospital psiquiátrico, con lo que es una de las adaptaciones más psicoanalíticas que se han hecho. Lo cual tiene mucho sentido, ya que el germen mismo de la obra, como es la melancolía y posterior "locura" de Hamlet, tiene mucho de análisis de la mente, de las pasiones humanas y de las relaciones entre ellos. Así, la obra comienza con un Michael Sheen aparecido de la nada que refleja en su cara (como siempre, con esa maravillosa expresividad que le caracteriza) toda su perturbación interior. A partir de aquí, a pesar de su moderna ambientación, la obra es absolutamente fiel y respetuosa con el texto original, siendo una de las mejores adaptaciones del mismo que he podido ver. El director Ian Rickson hace un trabajo estupendo y, con pocos elementos y la correcta posición de los actores, consigue momentos de gran fuerza visual. La escenografía es magnífica, y la utilización de las luces es muy expresiva, así como la del sonido, teniéndo su momento máximo cuando suena "Crying" de Roy Orbison, maravillosa canción que había descubierto sólo unos días antes y que me gustó mucho oír allí.

Por supuesto, gran parte de la "culpa" del éxito de la obra la tiene un inmenso Michael Sheen, cuya interpretación no se puede describir con palabras, hay que verle. Lo da todo desde el principio, al 100%, y seguro que acaba tan exhausto como el público tras vivir las desventuras del pobre Hamlet, que resulta totalmente cercano y empático, y cuyas acciones son perfectamente comprensibles. Un trabajo físico bestial que tiene sus momentos cumbre cuando él mismo interpreta al fantasma de su padre (los pelos de punta se me pusieron), la obra que interpreta para desenmascarar a su tío, o cualquiera de sus monólogos. Si hace todo eso estando enfermo y griposo como estaba (se le notaba la voz tomada, y estaba pálido y con la nariz roja, y al salir a saludar al final, tenía una cara horrible el pobre...), no se qué hará en plenas facultades. Aunque los demás actores están muy bien, Sheen arrasa y se los come a todos con dos frases y tres miradas; esas miradas que tanto me gustan. Que cada vez que apuntaban en nuestra dirección, me emocionaban hasta el alma, porque entonces, y sólo entonces, me creía que estaba allí, delante de mi, en vivo y directo.

En fin, estupendísima versión, que está haciendo las delicias de público y crítica, imprescindible para cualquiera que le guste Shakespeare, Michael Sheen, Hamlet... o el teatro en general. Muy complicado el inglés antiguo jejejeje pero bueno, por suerte me conozco la obra lo suficientemente bien para no perderme. 100% recomendable. En el teatro Young Vic. de Londres, sólo hasta el 21 de Enero.

"I do repent: but heaven hath pleased it so,
To punish me with this and this with me,
That I must be their scourge and minister.
I will bestow him, and will answer well
The death I gave him. So, again, good night.
I must be cruel, only to be kind:
Thus bad begins and worse remains behind"


Y, además del teatro, este día y medio largo ha dado para muchísimas cosas. Hemos ido de compras por Notting Hill. Hemos paseado por Kensington Gardens y Hyde Park. Hemos ido a Harrods y hemos comprado comida, bombones y chupachups :P Hemos visto el Parlamento, el Big Ben y el London Eye, de noche y de día. Hemos montado en double-decker bus. Hemos ido a Picadilly Circus; y hemos entrado en el HMV y nos compramos pelis y cds. Hemos ido a ver el árbol de Navidad de Trafalgar Square. Hemos comido fish & chips... Me encanta, NOS encanta Londres. Ojalá vivieramos allí ya. Habrá que ver que nos reserva el 2012...

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