Ya empezó la función,
las hojas de una planta
están caídas en el suelo,
yo estoy quieto y sentado en el portal.
Las parejas que pasean se prometen a mi lado,
tienen hijos, y crece la ciudad.
Ya llegó, aquí está,
el señor de la linterna
alumbra la salida,
yo le sigo pero no me guío aquí.
Me abandono a la suerte de la noche,
y me agarro a cualquier mano que ande suelta por ahí.
Y te fuiste, y me dejaste con las ganas
de saber donde vivías, y por verte
dar patadas a la puerta de tu casa,
y decirte que me mudo justo en frente.
Y te fuiste, y mi ventana sigue abierta,
por si el aire de la calle mira y entra,
y me sopla la noticia de que has muerto,
ahora entiendo que no llames... y lo siento
Recuerdo el momento en que fue
me hice el distraído y te vi,
dos pasos de baile con los pies
y cruzaste la calle.
Saludo, cortesía, pasear,
como una linterna en la mano.
Dijiste yo sirvo de luz...
Y te fuiste, y me dejaste con las ganas
de saber donde vivías, y por verte
dar patadas a la puerta de tu casa,
y decirte que me mudo justo en frente.
Y te fuiste, y mi ventana sigue abierta,
por si el aire de la calle mira y entra,
y me sopla la noticia de que has muerto,
ahora entiendo que no llames...
y lo siento.
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