si esto es como el mar, quién conoce alguna esquina.
Dejadme nacer, que me tengo que inventar,
para hacerme pez empecé por las espinas.
Dime tú que puede saber
alguien que ha pasao la vida buscando la melodía..."
Últimamente salgo encantadísima de todos los conciertos a los que voy; ayer fue el último del año, un año lleno de concierto fantásticos y esperadísimos, y fue un perfecto punto y final. Ya llevaba mucho tiempo queriendo ver a Fito & Fitipaldis en directo, y ayer por fin se cumplió. Me encanta ver en concierto por primera vez a los grupos que me gustan; es una emoción que, por muy bien que te lo pases en los demás conciertos a los que vayas de ellos, no se volverá a repetir. Para empezar, me quito el sombrero ante los teloneros, La Cabra Mecánica, que no nos apetecía nada ver, pero resultaron ser buenísimos y sonar genial en directo, además de ser unos peazo de artistas y simpatiquísimos, y tener canciones mucho más chulas de lo que se conoce en general de ellos. Es uno de esos grupos que ganan de manera increíble en directo. Una pena que ahora que les descubrimos se vayan a dejar la música.
Y de Fito, qué te voy a decir:P pues que me encantó! Curiosamente pensaba que las canciones más intensas serían las más movidas, pero resultaron ser las lentas las que más impresionaron y emocionaron, sobre todo las del último disco (y pensar que no me gustaron mucho al principio), "Quiero que me arrastre el viento" y "Catorce vidas son dos gatos", con las que se me puso el pelo de punta. También con esos temazos que son "Abrazado a la tristeza", cantado en intimidad, o el recuerdo a Platero y tu con "Al cantar". Sin palabras para describir esos momentos; y es que canta estas canciones con tal sentimiento que se te olvida que estás en un sitio lleno de gente, parece que sólo existes tú y él, y que canta para ti y para lo que tú sientes. Y eso, señores, es muy difícil de conseguir. Aunque las movidas también triunfaron muchísimo: para mi especialmente momentazos fueron "Un buen castigo", "Viene y va", "Todo a cien", "Tarde o temprano" (adoro esta canción) o nuestra favorita, "Corazón oxidado", y el finalazo de "Acabo de llegar", con esos solos de saxo que son lo más. Así que fue un concierto genial, de gritar, de bailar, de rock & roll del bueno, de esos que no quieres que se acaben. Además, él es genial (con su cigarrillo siempre enganchado al mástil de la guitarra, y abrazando a los miembros de su grupo), tiene una voz increíble, toca la guitarra de locura (y cuando no lo hacía él, lo hacía el maestro Carlos Raya) y ánima al público muchísimo. Y se te olvida también si es feo o guapo, porque como dijo Paula, "sólo puedes pensar en lo crack que es" y como te enamora cuando canta. Por algo llena el Palacio de Deportes tres días seguidos. Y en el próximo, ahí estaremos sin duda.
Quiero que me arrastre el viento
como un trozo de papel
Revolcarme por el cielo, y no caer
y no pensar, tan sólo quiero no pensar
y copiar el movimiento irrepetible azul del mar
Arrancarme los recuerdos
No volver a repasar
adelante! sólo quiero, no parar
y no pensar, tan sólo quiero no pensar
Imitar el parpadeo de las estrellas al brillar
Algo tiene ese bar que está cerca de aquí
Que es más facil entrar
que aprender a salir sin ti
y aunque nada es verdad
las verdades aquí
tienen forma de puñal
"Que me arrastre el viento", Fito & Fitilpaldis, Antes de que cuente 10
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Y poco a poco van pasando las fiestas. La vuelta a Madrid ha sido un poco dura después de desconectar en Malta y Valencia, y ahora que ya ha pasado el concierto que esperaba con tanta ilusión, pero aún así, aún quedan muchas cositas pendientes: luces, Nochevieja con mis mejores amigos, "Chicago", Reyes, "Avatar"... Así que no puedo quejar ni de lo que ha sido ni de lo que me espera, pero aún así, sigo esperando que pasen ya la lluvia, el año y las fiestas. Para volver a mi vida normal, que es la que realmente me gusta.
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