El jueves la mañana en clase fue normal, lo divertido fue cuando nos tocó ir a cambiar las sábanas y las toallas de la habitación, y no había nadie para atendernos. Así que nos fuimos al despacho de los Zivis (sí, recorriéndonos la residencia con el mogollón de ropa para cambiar jejejeje) y nos encontramos allí a Jan-Paul (al que a partir de ahora llamaremos por su verdadero nombre, Jan, o Jani, como le llaman los Zivis) y nada, el pobre, que ese día estaba pluriempleado, vino todo estresado a darnos las cosas limpias, y se le veía tan agobiadillo que nos daba mucha penita y no le dije nada cuando me las dio de distinto color (rojo, como las tenía antes y me gustaban tanto, y azul, que no pegan nada de nada), y hasta queríamos decirle que si quería que le ayudáramos. Pero teníamos prisa y nos fuimos pensando en lo mono que era y la penita que nos daba. Y diréis, ¿a qué viene este rollo? Bueno, tiene su por qué, luego veréis.
Cuando acabamos Cris y yo nos fuimos al súper a comprar, porque teníamos la intención de hacer arroz a la cubana… y en intención se quedó jejejeje a pesar de las indicaciones de su madre, el arroz nos quedó entre duro y pastoso:P, además, el tomate frito resultó ser un montón de tomates pelados jejejeje y los huevos que hizo Cris se destrozaron, aunque bueno, eso es lo mínimo, el huevo sigue siendo huevo, y por lo menos ella se atrevió a hacerlos, porque yo a la sartén ni me acerqué. En fin, que desastre, encima dejamos todo hecho un asco y nos tocó una buena sesión de limpieza. Pero el caso es que se podía comer, que es lo que importa, y ya para otra vez saldrá mejor. Que malas Hausfrauen somos jejejeje. Cuando volvimos a nuestros cuartos, yo me disponía a hacer la cama pero… horror! La sábana de abajo (la roja) era demasiado pequeña, y además estaba un poco rota. Fui a decírselo a Cris, hicimos la suya como bien pudimos entre ataques de risa (no sabemos ni cocinar, ni hacer camas… madrrrre mía jejejeje)y luego intentamos hacer la mía, aunque sólo conseguimos dejar el colchón amorfo jejejeje así que bajamos a buscar a los Zivis para que me la cambiaran, y a quién fue el primero que nos encontramos? Como no, a mi love Moritz el niño jejejeje y le dije si me la podía cambiar. Y ya de paso, aproveché para pedirle que me diera la de la almohada pequeña que me faltaba y le pedí si podía ser azul, ya para tenerlo todo del mismo color, y él me dijo “Puede ser del color que quieras” y me da la de la pequeña azul, y la de abajo… roja otra vez! Pero que le pasa a este chico? Por qué está tan empanado??? En fin, vaya risas.
Luego estuvimos haciendo deberes hasta las que se hiciera la hora de bajar a la Spieleabend, que consistía juntarnos los de la resi en una clase y jugar a juegos y tal. Cuando llegamos, la cosa no se presentaba muy allá, éramos 4 monos y Marcel y Moritz intentaban conectar la Wii (que no es que no me guste, nunca he jugado, pero tampoco me apetecía empezar aquí). Moritz trajo los juegos de mesa algo incompletos jejejejeje y mientras los demás trasteaban con la Wii, nos dijo que si queríamos jugar al Cluedo, al cual no recordábamos jugar y la instrucciones, obviamente, estaban en alemán, pero si lo explicaba, pues genial (o eso creía jejejeje); pero le empezaron a acaparar otros, y Cris y yo acabamos jugando al Parchisi (versión alemana del parchís jejeje por cierto, ganó ella por goleada jejejeje). Todo se iba presentando muy aburrido hasta que por fin Moritz volvió a acordarse de nosotras y empezó a leerse la instrucciones del Cluedo, las cuales, como iba ya contentillo, no entendía bien, y por tanto, la forma de explicárnoslo era bastante desastrosa, además de que intentaba hablar en español (y la verdad que mmmmm me gusta mucho cuando lo hace jejeje). Aún asi, me reenamorado jejejejeje ha vuelto a ganar los puntos que había perdido con su edad:P Para colmo, el cuarto jugador era Brian, nuestro amigo taiwanés, que no se empapa de nada ya de normal, así que del juego menos. Total, acabamos jugando de una manera un poco libre jejejeje bueno, acabaron, porque yo en teoría morí en la primera ronda (luego resultó que no, como para fiarse de Moritz tal y como iba jejejeje), así que entre Ben, nuestro amigo australiano, y yo, estuvimos ayudando a Brian contra Cris y Moritz (que luego tuvo que irse y dejó su puesto a Escala Musical y al New Yorker jejeje). Todo esto mientras me bebía la cerveza de chocolate que me compré en Colonia, que no estaba mala… pero buena tampoco jejejeje. No sé ni cómo acabó el juego, sólo sé que Cris ganó jejejeje. Cuando acabamos, empezaron a conectar (sí, por fin!) el Sing Star! Cris y yo nos subimos a cenar, y cuando bajamos, empecé a darlo todo cantando!jejeje para empezar, creo que solté el micro una canción jejejejeje en las demás, compitiendo contra los Zivis, primero sólo contar Marcel y Jani, aunque luego se unió Moritz también. A mí se me acopló la tía castaña que nos cae mal, yo que quería cantar sola, pero bueno jejeje. Estuvimos cantando “Venus”, “Girls just wanna have fun”, “Video killed the radio star”, “No woman no cry”, y weno, otras más modernas como “White flag”, “Survivor” o “This love”. Fue muy divertido ver cantar a estos, y acabar cantando con el Bitte-bitte, que no me cae especialmente bien, pero que estaba todo emocionado. Al final, cuando pareció que todo el mundo se iba a dormir, nos quedamos Cris y yo ayudando a recoger a Jani, su nuevo amor. Y de repente, entraron todos los del grupo que nos cae mal (los empollones), que creíamos que se habían ido a dormir, con las chaquetas puestas, porque se iban de fiesta, y fueron incapaces de decirnos nada (no iba a ir ni de blas, pero por lo menos la intención) y se pusieron a cantar, cuando en toda la noche había querido salir. ¿Qué pasa, que si no está alguien de su grupo no pueden cantar o qué? Que rabia me da la gente a veces, pero en fin, paso… Antes de irnos a dormir, nos vimos el capi de “Lost” de esta semana, un poco sosillo, y a dormir que había sido un día intenso jejejeje.
Mañana más y mejor… que hoy he dormido 5 horas y nos doy para más…
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